Portal del León 88. Recepción del ser solar.

       Todo este bloque de tiempo, especialmente desde el cinco de mayo, venimos preparándonos de manera más acelerada (para quien lo ha aprovechado) a fin de traer y activar en este portal del león 88 nuestro ser solar.

    En estas últimas semanas, desde el 777, se han puesto a disposición afluencia de energías para acompañar la conexión con la conciencia y la disolución de las sombras internas que cada uno ha ido sosteniendo y había provocado la separación del femenino y masculino internos, la pareja sagrada. Si no está suficientemente consolidada en uno mismo, no se deja hueco para sostener el propio sol, dones y sabiduría que conecta con la verdad.

   Es el momento en que aceptamos nuestra autoridad, nuestro poder y nos permitimos mostrar nuestros colores y música, pues es lo que requiere Gaia y toda la humanidad. El tiempo huir de la propia luz ha llegado a su fin para aquel que haya trabajado y trabaje en la autoobservación y esté decidido a tomar su presencia.

     Durante mucho tiempo, la humanidad ha estado empleando su poder de creación desde programas corrompidos, desde perfiles en sombra de dolor, ira…de separación del masculino y femenino internos y, por tanto, de la Fuente, del amor, por una u otra razón originada en su primera caída de conciencia.

 

      Es hora de que nos vaciemos de esos programas automáticos, que recibamos nuestro ser solar y nos permitamos anclar nuestros dones por nosotros mismos, por la humanidad y por Gaia. Vamos a emplear nuestra fortaleza, nuestro poder para anclar y expandir la luz ya no para abusar de nosotros mismos o de otros.

 

    Es momento de ser responsables de nuestra energía, tomar nuestros dones (entregados por la misma Fuente) y crear en conciencia.

 

     Me decía Merlín, Nimúe, Isis, entre otros, que los alquimistas buscan transformar en oro; es decir, el alquimista va a lo profundo para transformar las sombras, liberarlas y recuperar su luz, su oro, su sol. Y eso es lo que vamos a hacer ahora. Se pone a nuestra disposición recuperar nuestro ser solar. Para ello, es importante haber hecho y estar haciendo un trabajo alquímico interno que posibilite, tras todo ese proceso, llegar a nuestro oro, encarnar nuestro sol en conexión con la luz de la verdad, de la Fuente. 

 

Es momento de recolectar los frutos. 

 

    Unos hemos trabajado como la hormiga de la fábula griega, mientras que otros se han dejado llevar por las ilusiones. Cada cual tendrá acceso a su ser solar y podrá encarnarlo según su cuerpo se haya liberado de sombras pesadas. Y eso precisa un trabajo sincero constante de auto observación.

 

    Se  precisa que recuperemos el cuerpo áureo, configurado por la armonía de los elementos y de nuestra pareja sagrada. Traeremos nuestro león, que en alquimia sostiene el sol. Si nos permitimos ser, si nuestro femenino contempla con dulzura -no con ira- al masculino y le permite ser, éste se anclará para manifestarnos en pureza. De esta manera, gestaremos nuestras creaciones en pureza -en unión con la verdad de la Fuente, el amor- y manifestaremos y expandiremos desde nuestro masculino de igual manera. Para ser los pilares que se requiere, debemos estar en eje con nosotros mismos como fractales de la Fuente, anclar nuestro camino dhármico y encarnar nuestros dones dorados. No hemos venido a perdernos. Hemos venido a ser.

 

    Nos asisten diversas hermandades, en especial la solar y la de la verdad. Sin discernimiento, no podemos separar la ilusión (lo que suele llamarse <<nuestra>> verdad) y la verdad, la conciencia. Los alquimistas (como otros pensadores) consideraban que la sabiduría procede de la misma divinidad, una verdad única que se denomina <<prisca theologia>> (representada por un ojo, para ello puede mirarse entrada sobre círculos de la cosecha) y era base de cualquier doctrina; es decir, el ser humano, en tiempos remotos había tenido conexión con la verdad y fue la base de todas esas doctrinas, aunque después se fueran desconfigurando por los no iniciados.

 

     El mayor servicio planetario es encarnar los propios dones y emanarlos en pureza y brillo de nuestra luz dorada y solar. Anclamos nuestro masculino armónico.

 

Ya no es época de esconderse.

¿Te permites regresar al ser?

 

8 del 8 de 2023 a las 8 pm recibe.