Mahashivaratri, portal de la danza de la pareja sagrada, la luna nueva en piscis.

Cada noche antes de la luna nueva mensual se celebra el Shivaratri, pero la más importante es el Mahashivaratri. Esta, localizada en la noche anterior a la luna nueva de marzo (del ocho al nueve en el 2024), conmemora el momento en que Shiva, en quietud y hacia adentro, en la noche más oscura, se encontró con su propia luz y la conciencia del todo en su interior. Es el momento en que se integra en el monte Kailás. En ese éxtasis de iluminación, de discernir lo que no es y sí es, danzó. Es una noche, además, en que la energía de la naturaleza presenta más fuerza y acompaña a conectarse con la propia luz interna en conexión con la Totalidad. Y para ello se precisa quietud y silencio, foco. Es momento de cuidar la alimentación, si no se hace ya, los espacios, las compañías que se seleccionan. Es momento de adentrarse en sí mismo como un pilar, como una montaña, en quietud y silencio para encontrarse a sí mismo en compañía de Shiva, la conciencia.

Vivimos con nuestros perfiles en sombra, programas, haciendo ruido y huyendo en movimiento o parálisis. Y la noche del Mahashivaratri es un momento para empezar a generarse propios espacios de quietud, de observación, escucha y discernimiento, separando las nieblas hasta llegar a la propia luz.  Y en ese momento de dicha, sucede el movimiento, la danza extasiada de Shakti y Shiva, la conciencia y energía, la luz y el amor en el interior, como reflejo de la danza cósmica que atraviesa plano a plano. De manera que, en ese momento de quietud y atención internas en que se separa la paja del trigo, se dará la danza cósmica, el proceso del matrimonio alquímico interno.

 

Por otro lado, el ocho de marzo de 2024 coincide con portal 838, que refleja la energía disponible durante este año para evolucionar, anclar más de nuestra propia luz y diseño original respecto a la unificación de la pareja sagrada interna y con un otro, la reconciliación de la energía femenina-Lemuria y masculina-Atlántida internas y, por tanto, en Gaia. Es la octava más elevada de la trinidad en su danza de infinito en que la energía se genera y mueve constantemente, en reflejo de la pureza del origen, en donde nos conectamos con todo el viaje de nuestro ser y esa sabiduría y dones en unidad. Es el momento de la victoria, en que todos los yoes se unifican, se integran. Y esto solamente es posible si se abre el corazón y se permite paso a la propia presencia yo soy, asentando el corazón alado, pues nuestra misión como humanos es traer la luz y el amor, traer el cielo a la Tierra, ser nuestro diseño original, sin separación de la verdad cósmica, de la pureza. Es momento de abrirse a aceptar y magnetizar el propio ser crístico, cristalino, diamantino. Y ese proceso solamente se inicia con la apertura del corazón y la conexión con los corazones en pureza del tejido. Es hora de reconocerse, aceptarse. Es hora de que el femenino acepte y reconozca las verdaderas y prístinas cualidades de la esencia y sagrada energía femenina. Al hacerlo, dejará espacio al masculino, podrá reconocerlo y danzar juntos desde la esencia propia y conjunta.

Y se vincula con la luna nueva en piscis, pues la Gran Madre está ofrendando más energía para la transmutación, para que nos reconozcamos parte del océano cósmico y nos permitamos su alimento divino desde cualquier fractal, permitirnos recibir y dar amor. Quien no acepta recibir, no reconoce y rechaza la energía femenina esencial y, por tanto, no sabrá tampoco dar amor. Y si esto es así, se separa de la Creación, enreda o fractura el tejido. Porque lo que suceda en uno mismo se lleva al tejido de Gaia, al del sistema, al cosmos. Al herirnos a nosotros mismos, herimos a todo el tejido. Es momento de saberse dentro de un enorme tejido. Conectarse con las aguas cósmicas, ese líquido amniótico universal que nos envuelve y recuperar nuestro cuerpo de agua desde la activación del corazón para saberse el tejido.

 

Y la noche del ocho al nueve de marzo es importante, pues se nos pone todo a disposición para que generemos quietud, silencio, presencia para identificar nuestras propias distorsiones y autoengaños, las nieblas, e identificar lo que sí somos, esa luz que forma parte y es el cosmos. Estamos haciendo espacio y contención, sostén, a nuestra propia energía femenina, el amor.

 

Feliz viaje interior del regreso al ser en Mahashivaratri, con compañía de Shiva (conciencia, luz) y Shakti (energía, amor), pareja sagrada que representa la danza continua de las energías esenciales y sagradas del masculino y femenino siendo.

 

He de reconocer que hace una semana, después de haber estado haciendo sostén y tejido respecto al tema de pareja sagrada interna y cómo funcionan realmente ambas energías unidas en danza, en la que dos personas formamos equipo y muestra de esa danza energética para posibilitar que otra discerniera sus perfiles de sombra de luz en un tema concreto, Shiva -que es uno de mis guías- me despertó de madrugada para recordarme el Mahashivaratri y la importancia extra en este año bisagra. Y, además, me siguió dando instrucciones junto a Shakti, para el trabajo del Kundalini y anclaje de los perfiles de luz de la conciencia humana en el portal del 3 del 3 y que debía ponerse base el dos. Y eso prepararía todo el entrenamiento de la siguiente semana, incluyendo trabajo planetario de varios días conectado con otros anteriores. Lo importante es que, tras un recorrido por parte del planeta de esa energía de luz, llegando al nodo corazón, había que hacer otra parada en Canarias para suturar herida entre el masculino y femenino y encender, en otra fase,  el templo-nodo coral de pareja sagrada, que se ha anclado más. Ha llegado otro engranaje importante y reconexión de parte del tejido antes del siguiente momento. Se han liberado tantos registros... Se estaba preparando para que esté a disposición esa energía para todo el planeta y que cada cual vaya aprovechando y dando pasos en estos numerosos portales que vienen en marzo antes del inicio del año astrológico. Todo esto es una preparación, purificación e iluminación que está preparando la siguiente fase del camino. Disponible para todos, pero hay que elegir sentarse, silencio, observación, discernimiento y escucha para poder abrir las puertas y avanzar.

 

Feliz regreso al ser.